Es un deseo innato en el ser humano llegar a la perfección. Todos deseamos ser perfectos o al menos intentarlo y por eso desde muy jóvenes empezamos con los granos. Nos parecen terribles, pensamos que nos hacen feos, y luchamos, luchamos con todas nuestras fuerzas para lograr eliminarlos, labor casi siempre inútil porque eliminados unos aparecen siempre en su lugar, otros muchos
Con la vejez ocurre igual, conforme dejamos de preocuparnos por nuestros granos empiezan aparecer las primeras arrugas alrededor de los ojos que tanto, pensamos nos afean.
Un poco más tarde, aun siendo jóvenes empezamos a notar la terrible flacidez y entonces te das cuenta que los granos no te afeaban que lo que intuyes se avecina es lo que realmente no te gusta.
El problema de la vejez no es cumplir años, es la fealdad que lleva aparejada
Podemos adornar un rostro de persona mayor con la cara de bondad, de serenidad, de todo lo bello que encontremos en los espíritus. Pero la realidad es que un rostro surcado de arrugas y descolgado por efecto de la gravedad no es bello. Sin embargo queramos o no a ello vamos abocados.
Desde la antigüedad, las personas se han preocupado por recuperar la belleza perdida y ya entonces nacieron productos para hacerla más llevadera, y nacieron los aceites, las leches o los peelings con arcillas.
¿Cómo detener el envejecimiento definitivamente?
En nuestra época tanto la estética, como la medicina estética, como la cirugía estética están en pleno esplendor. No hay rincón en nuestra geografía que en que no hayan crecido como setas las clínicas para mejorar nuestro aspecto incluso el más íntimo. Dentistas, esteticistas o médicos estéticos llenan nuestras calles. Todos ofrecen lo mismo: recuperar la juventud.
Existen multitud de procedimientos para realizar el embellecimiento:
- Manos de esteticistas expertas
- Equipos sofisticados fabricados por todas las partes del mundo
- Rellenos
- Botox
- Mesosetarapias
- Etc.
Todo es genial. Cuando terminas los diferentes tratamientos casi siempre te ves mejor, pero hay un pero, el problema grave es que sus efectos no duran.
No se ha conseguido el objetivo que es REJUVENECER, no rejuvenecer un poquito, no rejuvenecer unos días o unos meses lo que todos queremos es PARAR EL ENVEJECIMIENTO o por lo menos enlentecerlo. Tarea de magos, pretendernos ir contra la vida misma.
Y eso es imposible, por eso la técnica Thermage pionera en el mundo no realiza cambios radicales, te devuelve tu imagen de años atrás pero lo más importante es que durante 12 meses está realizando un procedimiento de recuperación de la imagen perdida y mientras tanto deja de envejecer, porque está fabricando nuevo tejido con una estimulación de los procesos creativos y mientras tanto no puede envejecer.
¿Cómo consigue realizar ese milagro el Thermage?
Pues muy sencillo, su creador, un físico norteamericano vio que modificando la emisión de una corriente ya conocida como era la radiofrecuencia, podía en una sola sesión, calentar el agua de la dermis con la sola acción de movilizar electrones de la misma agua. Así de simple, así de sencillo.
Sumergidas en el agua de la dermis, están las fibras de colágeno y elastina que con el paso de los años están perdiendo su turgencia y grosor, y están provocando la flacidez de la piel que las cubre.
Al calentar el agua, la proteína sumergida en ella se comporta de la misma manera que cuando sometemos un huevo al baño de María, la clara que también es una proteína se compacta. Las personas humanas reaccionan para reponer todo el colágeno compactado y como en este caso ha sido mucho, todo el proceso de rehabilitación dura un año.
Pero no solo se desencadena este procedimiento si no que para llevarlo a cabo es necesario aportar alimentación suficiente y ello se soluciona aumentando el calibre de los vasos sanguíneos que aportan no solo nutrientes sino también agua a la dermis.
Pero el creador del Thermage no solo se preocupó de rejuvenecer, sino también del confort del paciente. Creó en la terminal del manguito de tratamiento unas emisiones de frio – calor – frio, para que el cerebro del paciente tratado al recibir tantos estímulos, olvidara la percepción de dolor.
Sin embargo esa emisión de frio en la epidermis ocasiono una lisis de la capa cornea, como cuando te eliminan una mancha con nitrógeno líquido, y de esa forma al terminar el tratamiento la piel luce brillante con una luz que nace de dentro.
Las células madre con los años se van haciendo perezosas ya que el grosor progresivo de la capa cornea dificultad su depósito en ella. Al notar que de nuevo hay lugar para nuevas células, más el regalo de los nuevos nutrientes que le llegan a través de los vasos, hacen que toda la epidermis y dermis durante un año este en proceso de recuperación.
La importancia de la aplicación del Thermarge por parte de un profesional
Hasta aquí, todos los profesionales de la medicina conseguimos los mismos efectos es decir la paralización del envejecimiento. Sin embargo, hay un porqué unos médicos tienen mejores resultados que otros, y es en el juego de administrar la compactación del colágeno.
En mi último viaje a Estados Unidos, del que acabo de regresar, he visto con algún compañero, que ya utilizan mi técnica aunque no en su totalidad. Ellos ya levantan estructuras faciales pero les queda elevar la punta nasal y engrosar labios. Hemos charlado sobre la maravilla que es poseer en nuestras manos un instrumento capaz de hacernos sentir escultores, porque eso es lo que somos, artistas. Nosotros esculpimos el rostro según las necesidades de cada paciente, para hacerlas siendo ellas mismas más bellas
He regresado muy contenta de mi viaje al ver que la técnica Thermage continúa sin ser superada por ninguna otra técnica, y que ni siquiera es igualada