Thermage: Innovación en Medicina Estética
El Thermage es el único equipo médico estético que produce simultáneamente tres resultados que maximizan la respuesta del paciente tratado.
El Thermage se diferencia de otros equipos médicos estéticos al trabajar con energía de radiofrecuencia química. Mientras que la mayoría de los equipos utilizan radiofrecuencia térmica, que genera calor aplicado directamente a los pacientes mediante placas colocadas sobre la piel, calentando entre 39 y 40 grados, el Thermage actúa de manera distinta. El calor en los otros equipos se transmite por conducción a planos más profundos, llegando a la dermis y calentando el colágeno directamente.
Recientemente, y debido a la constante evolución de la medicina estética, ha surgido en el mercado un equipo que, mediante agujas, introduce el calor directamente en la dermis, calentando el colágeno solo en los puntos de contacto.
El Thermage, sin embargo, es diferente, revolucionario y tan innovador que, a pesar de estar presente en el mercado español desde 2004 (en mi consulta), no ha dejado de ser altamente eficaz. Este equipo utiliza energía de radiofrecuencia química, y su creador fue un genio, ya que, basándose en el principio de que toda la materia está formada por átomos, descubrió que aplicando energía química sobre el cuerpo humano se produce una despolarización de los átomos, los cuales quedan desequilibrados. El organismo reacciona movilizando electrones para recuperar el equilibrio, generando calor en el proceso.
Resumiendo, la energía de radiofrecuencia del Thermage atraviesa los tejidos sin reaccionar con ellos y se dirige directamente a su objetivo: los átomos de agua en la dermis, los cuales despolariza (cambia su signo). El organismo que recibe el tratamiento reacciona movilizando electrones para volver a su estado inicial, y es este movimiento lo que genera calor, elevando la temperatura del agua en la dermis entre 60 y 70 grados. Sumergidas en esta agua se encuentran las fibras de colágeno, que se comportan como un huevo al baño María: se desnaturalizan y compactan. Todas las fibras de colágeno tratadas se desnaturalizan, y el paciente, en ese momento, da una orden a su cuerpo para reponer las fibras destruidas, iniciando la fabricación de nuevo colágeno, idéntico al que tenía al nacer. Este proceso es gradual y se mantiene durante doce meses. Durante este tiempo, coexisten en la zona tratada el colágeno viejo, que sirve de guía al nuevo colágeno.
Aunque esto ya sería una maravilla en términos de rejuvenecimiento, el Thermage ofrece aún más. Su cabezal emite frío desde una cápsula de criógeno, y recordemos que el frío produce una “lisis de corneocitos” (como cuando vamos al dermatólogo para eliminar una mancha de la piel y el médico aplica criógeno líquido o nieve carbónica, es decir, frío). El frío que emite el Thermage durante el tratamiento provoca la lisis de la fina capa córnea, por lo que, al finalizar el tratamiento, no solo nuestra dermis está más tersa, sino que nuestra piel, es decir, la epidermis, se ve más luminosa.
Finalmente, la tercera ventaja de recibir el tratamiento Thermage es que, durante el año en que se produce el nuevo colágeno, el paciente deja de envejecer su rostro, ya que está en proceso de fabricación de nuevo colágeno.
Preguntas Frecuentes:
¿Cuánto duran los efectos?
El resultado es visible de inmediato al término del tratamiento y va aumentando día a día durante doce meses, primero más rápidamente y luego de forma más lenta. Al segundo año, el colágeno viejo desnaturalizado que servía de base comienza a desaparecer y el proceso de envejecimiento cutáneo se hace presente, pero siempre desde la nueva cara obtenida tras el tratamiento. Siempre llevarás en tu rostro esos años que retrocedimos.
¿Cuándo debo repetir el tratamiento si quiero mantenerme siempre joven?
Depende de cada persona. Al principio, cuando eres joven, con realizarte uno cada 12 o 18 meses es suficiente. Cuando eres más mayor, cada 12 meses, y cuando eres como yo, cada 6 meses.